lunes, 18 de abril de 2011

Amo las mujeres que desagradan a otros (Esclavo servicial)

Como todos los días viajaba en tren y la vi subir, le calculé 50 años inmensa en tamaño de grandes pechos apretados en una remera que dejaba ver su canalillo, gesto serio y mirada soberbia, venia con gran cantidad de bolsas en sus manos, justo se desocupó un asiento a mi lado y me corrí contra la ventanilla, lo que ella aprovechó para sentarse y `prácticamente aplastarme contra la misma, lejos de preocuparse por eso apoyó los paquetes usándome de estante y se puso a hablar por celular, su voz tenía un ronquido seductor, pronunciaba perfecto las palabras y le contaba de mí supongo que a su amiga, lo hacia casi burlándose y no perdía oportunidad de acomodarse, sabiendo que así me molestaba aun más.

Bajamos en la misma estación y se saludó con una bellísima jovencita , gracias por ser tan amable caballero me dijo al pasar a su lado , lo que agradecí con mi más forzada sonrisa , su amiga agregó , podría ayudarte con lo que llevas hasta tu casa , no medí consecuencias y con mi mejor esperanza por seducir a la joven accedí a hacerlo , seis cuadras a pleno sol caminamos , yo cargando todo y ellas conversando animadamente sin notar mi presencia , al llegar se saludaron , la joven se fue sin mirarme y su amiga entró sin agradecerme a su casa .

Diariamente se repetía la rutina de mi viaje incómodo y aplastado, esta mujer parecía saber como encontrarme y no perdía oportunidad de fastidiarme hasta que bajábamos, vestía siempre ajustada y sus pechos eran mas que notorios al punto que a veces se notaban sus turgentes pezones, mi vista se fijaba en ellos y lo notaba usando eso para llamar mi atención.

Se nota tenia gran cantidad de amigas, siempre saludaba varias al bajar, hasta ese momento todas agradables como la primera que le había visto , todas me miraban como si al saludarse les hablara de mí .

Cierto día subió sobriamente vestida, pidió permiso para sentarse y se preocupaba de mi comodidad, algo realmente imposible dado su tamaño. Como caballero que soy respondía que estaba bien así , iniciamos una larga y amena charla , dijo por primera vez su nombre, Esther se llamaba, seducía el tono de su voz , su pronunciación perfecta y lo educada que se mostraba , me contó que esperaba encontrarse con unas amigas a tomar algo , me preguntó si la acompañaba ya que aun faltaba para la hora de verse y me prometió presentármelas , por lo que había visto acepté , con la esperanza de poder seducir a algunas de ellas .

Cuando llegamos al bar eran las 20 horas, pedimos cervezas y una picada, la confianza nos fue ganando y terminamos hablando de la seducción entre hombre y mujer, yo para caerle simpático, dije que toda mujer es sensual y sexual en algún punto, ella sonreía con picardía, eran casi las 22 cuando recibió un llamado y luego de atenderlo me dijo que le habían dicho que postergaban el encuentro para el viernes, tres días después , disculpándose por la molestia me invitó a comer en su casa, lo que para no ser mal educado acepte .

Bebimos abundante vino, y debo reconocer cocinó y comimos excelente , después de terminar y mientras yo degustaba una copa más , ella fue a ponerse mas cómoda , bajó con una ajustada pollera a media pierna, medias caladas y una escotadísima remera que casi dejaba afuera sus inmensas tetas , si te agradan dijo al ver como se las miraba, son tuyas , te presentaré a mis amigas , no somos celosas entre nosotras , creyendo que tendríamos sexo normal y casual acepté , siempre pensando en lo bellas que eran quienes la había visto saludar reiteradamente .

Se sentó y me arrimé a ella, estando yo aun parado desabrocho y bajó mis pantalones, su boca era cálida, su lengua suave cuando lamía mi sexo con sus tetas afuera, me sentó en sus piernas y mientras se las chupaba, lamía y mordía, ella me masturbaba, primero suave, pero termino haciéndolo violenta y toscamente, sin soltarme continuo hasta hacerme acabar dos veces, repetimos esto los dos siguientes días, ella lamía y mordía ya todo mi cuerpo, yo solo sus pechos.

Llegó el para mí esperado viernes, cuando la vi subir al tren me paré para saludarla, ella sonrió y me dijo, pareces estar muy ansioso, como no estarlo le respondí , antes de sentarse me tomó la cara y su lengua hurgó cada rincón de mi boca , yo no pensaba en su imagen, sólo lo hacia en sus amigas , al bajar vi que ella seguía, al verme desconcertado me dijo en voz bien fuerte , adelántate y espéranos amor , hoy nos tendrás a todas, un rumor de risas y comentarios se escuchó en todo el vagón

Al llegar y para darme ánimo, pedí una bebida bien fuerte primero y luego una botella de buen vino, realmente quería impresionarlas, me había vestido para la ocasión, diferente y con más prolijidad de lo habitual

Esther llegó primero, me saludó con un efusivo beso en la boca, se la veía feliz, vestía igual que esa primera vez en su casa, misma pollera, medias y remera, cambiamos de lugar hacia una esquina en penumbras del local, sillones en redondo para sentarse, más íntimo y cómodo, el mozo río descaradamente cuando cambiamos, no tomé muy en cuenta ese detalle .

La primera en llegar era igual en dimensiones a ella, quedé en medio de ambas, la segunda tenía su volumen pero la mitad de la altura y la última una flaca, desdentada; parecía una imagen de película fellinesca por los personajes, Esther me presentó como su amante y les dijo no se pondría celosa si salía con alguna de ellas , eso desató el terror para mí, hablaban burdo y fuerte , reían a carcajadas , las dos moles que tenia a mi lado se turnaban para besarme y todas brindaron por el amante que las tendría contentas cuando ellas quisieran , coronaron esto haciéndome una paja que descargué sobre mi pantalón, sin decir más nada se pararon y se fueron , pagué y esperé que se secara la mancha, lo que nunca sucedió, así con vergüenza llegué a mi casa .

Sonó el teléfono, Esther me hablaba pero escuchaba las otras voces de fondo, mis insultos fueron de lo más variado y a los gritos, solo respondían risas, no me desafíes dijo, no le creí y corté.

El lunes no la vi, el martes tampoco, pensé había terminado la pesadilla, el miércoles al conectar mi computadora en el trabajo recibí un mail de correo desconocido, simplemente decía hoy comienza el juego, estaban también los correos de ellas 4 y sus números de celular, decide con quien comienzas, los días que sobran serán de tu amor, yo, Esther, por supuesto que no respondí. A mi regreso tampoco la vi, pensé entonces que solo era una mala broma , en la estación la vi al bajar, vestía muy formal nuevamente , se arrimó a mi , tras dos fuertes bofetadas comenzaron sus gritos y un escándalo de celos que atrajo la atención de todos , tras eso apareció la petisita de un culo inmenso realmente , ella era el motivo de mi supuesto engaño , tan ridícula era la situación que fui el hazmerreír de todos los presentes , también con escándalo me dijeron ,a las 23 te espero en casa arreglaremos esto, nadie juega así con nosotras .

En casa pensé mucho y decidí no ir, un mensaje de texto en mi celular me invitaba a abrir mi correo , lo sabían todo , lugar de trabajo, clientes , correos de amigos y familiares , anexaban un video donde se la veía Esther masturbarme mientras yo chupaba ansioso sus tetas .

Puntualmente tocaba el timbre de su casa, al entrar estaban las cuatro completamente desnudas, lo mas antierótico que podía existir, Esther para los lunes, miércoles, viernes y domingos, Cinthya la otra grandota para los martes, rosario la petisa para los jueves y dejaban a la esquelética desdentada, Marta, para pasar todo el sábado completo con ella.

Todas vendrían a mi casa, debía yo pasar a buscarlas, llevarles flores, pasar por el mismo bar a tomar algo, mimarlas en público y tratarlas como enamorado, ser único y completamente activo en lo sexual con todas y siempre debería acabar pajeándome, todo seria filmado y si algún día fallaba o modificaba la rutina , se los enviarían a todos , Esther terminó siendo realmente mi novia, me enamoré de ella, sus humillaciones para conmigo, recién habían comenzado cuando de corazón le declare mi amor eterno

Humíllame



Amo las mujeres que desagradan a otros
Categoría: Dominación

Esclavo Servicial nos habla en el Ejercicio de sus aventuras de amores múltiples y simultáneos y del descubrimiento de su placer al ser usado y humillado.

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