El fin del mundo.
¿Pero el Fin, Fin? ¿Ese
en que el mundo resulta destruido por completo, tipo película de
catástrofes? ¿Ese en que ni el Bruce W. lo salva porque el piloto
de su nave después de una mamada de película pulsa el botón
equivocado? ¿O será ese en que un inmenso meteorito acaba con las
esperanzas de una niña pija que acaba de ser follada por un negro
que se creía gay, o con la esperanza de un tipo que se acaba de
follar a su mejor amiga que era novia, a su vez, de su mejor amigo?
¿O era ese en que no se sabe qué ocurrió pero una mujer blanca y
ciega se lía con una afroamericana en plan Telma y Louise? ¿Y no
era que nuestro sol se permite una erupción gigantesca que acabará con
todo cacharro en la tierra y un avezado tipo se encierra con sus
esclavas para hartarse de follar? ¡Qué va! Seguro que era que el
mundo se destruía cuando el sol estallaba en pedazos y la especie
humana envía a un robot loco a sembrar de humanos otro planeta. O puede que una
batalla entre ángeles y demonios acabe con todo, ya se sabe que
estos seres son muy poderosos, aunque para poderoso, poderoso el
demonio encarnado en un hábil músico que se tira a la periodista
curiosa.
Quizá no fuera tan
traumático y el mundo de verdad no se destruye sino que hay
esperanzas: un tipo sobrevive en un refugio sin volverse loco y luego
alcanza la felicidad suprema (el orgasmo, vamos) con otros
supervivientes; o tal vez pasado el tiempo los supervivientes
abandonan sus refugios para construir una sociedad ideal en que la
presidenta esté casada con otra mujer; o quizá una especie mejorada
que somete a experimento a la especie precedente.
Claro que para fin del
mundo de una persona ese en que el tipo se suicida después de matar a su esposa y
al amante de ella, porque que te arrasen el poblado dejándote
noqueado para siempre es muy chungo, casi tanto como si te enteras
que has dejado preñada a tu prima después de un polvo espectacular
en la boda de tu hermana.
¿Y no hay algo del fin del mundo en
lo mayas y sus profecías? ¿o allí donde la tierra pierde su nombre
porque después... después está el fin del mundo.
Sea como sea, este es el
resultado definitivo de relatos presentados al XXI Ejercicio de
Autores.
Título
|
Autor
|
Media de puntuacion
|
Posición
|
7,3720 |
sexto
|
||
MePerteneces | 5,3999 |
decimoséptimo
|
|
7,6265 |
tercero
|
||
6,8484 |
undécimo
|
||
7,3353 |
séptimo
|
||
7,3874 |
quinto
|
||
6,7270 |
decimosegundo
|
||
5,6400 |
decimosexto
|
||
6,6126 |
decimotercero
|
||
7,4373 |
cuarto
|
||
5,8790 |
decimoquinto
|
||
8,4175 |
primero
|
||
6,1450 |
decimocuarto
|
||
6,9668 |
décimo
|
||
7,8934 |
segundo
|
||
7,3011 |
octavo
|
||
7,2446 |
noveno
|
||
Por tanto el relato
ganador es “A ciegas” escrito por Longino, con una puntuación de
8,4175
Mención especial al
relato “El fin del mundo: la tormenta solar perfecta” escrito por
Golfo, que ha obtenido una puntuación de 9,45 en el sistema de
puntuación de TodoRelatos, convirtiéndose en el relato mejor
valorado de todos los ejercicios hasta el momento.
Muchas gracias en primer
lugar a los autores por dejarnos unas gotas de su arte para disfrute
de todos. En segundo a los lectores que, pacientemente, han estado
esperando la publicación de cada relato para leerlo, comentarlo y
valorarlo. En tercer lugar a la Web TodoRelatos ¿hace falta decir
por qué?
Hasta el siguiente
Ejercicio.
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