"Gracias Virgen Santa, Madre de nuestro Señor, el diablo no ha entrado en mí, las voces que oigo, los gritos, la soledad de esta celda de paredes blancas que sean una oración a Ti, tú sufriste por tu Hijo, Jesús ten piedad de esta pobre huérfana, que te ofrece su sacrificio, gracias por no dejar que el Maligno me poseyera, Madre que estás en los cielos, mi Señor Crucificado recibe esta muestra de mi amor, desnuda ante Ti, como muchas veces lo he estado en la capilla, ante tu mirada que conoce lo más profundo de cada una de nosotras, gracias, mi Señor Jesucristo por no dejar que me entrara el Diablo, Virgen de los Dolores, Virgen de los Desamparados, Virgen del Socorro, Virgen del Refugio, Virgen Amantísima salvad a esta sierva, que el Maligno no vuelva a mi vida, Niño Jesús, Tú que me has cuidado desde mi niñez, cuídame ahora en la tribulación, ante mi Señor postrada, de rodillas, sin nada que ocultar, con miedo, pero feliz de poder ofrecer mi dolor por los pecados de los hombres, gracias Señor por no dejar que me entrara el Demonio, Tus Enemigos son mis enemigos, Tu Vida es mi vida, Tu Alegría es mi alegría, gracias Señor por no haber dejado entrar el Diablo en mi cuerpo, soy pura Madre mía, como Tú, Santa Inés, Santa Elena, Santa María Magdalena acompañadme en mi tribulación, que los muros de esta prisión sean camino de la santidad, Santa Teresa, tu que viste en el éxtasis al Señor, acompáñame en su busca, Virgencita mía con tu Hijo ten piedad de esta tu humilde sierva……."
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En el reservado de la reina Isabel II de Lhardy, tras un opíparo cocido con postre de soufflé, regado con un buen Rioja. Los Farias en la mano mientras toman el café y una copa de Duque de Alba, Miguel Martínez, comisario de policía y Carmelo Ruiz, médico que fue represaliado y que gracias a su compañero de almuerzo empieza a levantar cabeza comentan.
" No ha salido nada en la prensa, sólo la esquela del marquesito, la verdad es que has tapado la historia muy bien. Creí que iba a haber un escándalo, pero eres un artista."
"Joder, Doctor, que los dos somos viejos, nadie quería que se supiera cómo la ha diñado el gilipollas ese. Iba a ser un lío, con nobles, banqueros, militares y la Santa Madre Iglesia, vamos que todos querían tapar. Es muy jodido que haya un convento que vende vírgenes a los viciosos del Régimen. Las putas monjas tenían un montón de niñas, huérfanas, quitadas a sus madres que estaban en la cárcel, y por una pasta las daban para el desvirgue a los ricachos que pagaban con alegría. Era la hostia, en el convento de clausura, en cuanto empezaban a ser mujeres, las hacían rezar desnudas en la capilla, los tipos las elegían tras las celosías, pagaban y ¡ ZAS! a la cama. No habían tenido problemas hasta ahora, pero la chica esa, Norma, un bombón, cuando se la llevó el marqués, se volvió loca. El imbécil fue a su chalet, la mujer estaba en San Sebastián, la ató y decidió que se la chupara. La chica le pegó un bocado que le arrancó la polla. Como no había nadie, pues se desangró"
" ¿ Qué han dicho en la clínica? En el López Ibor, aunque es un hijo de puta, tiene psiquiatras jóvenes buenos"
" Carmelo, que te conozco, esos dos que dices buenos es que son un par de rojos como tú, Castilla de Pino y Martín Santos, pero tienes razón que son majos. Son ellos los que han descubierto por qué le mordió. Creía que le iba a meter el diablo, parece ser que la tal Norma vio un día como se follaban a una monja, y al confesarse la dijeron que era el diablo entrando en el cuerpo de la monjita, cuando la niña asistió al castigo de la folladora, la arrearon 100 varazos, decidió que a ella no le metían el diablo ni pá dios."
" Y ¿qué vas a hacer? "
"Racionalizar. La superiora está en mis manos. Oye, no sabes lo bien que la chupa el clero. Si me ayudas a mejorar la vida de las chicas, que coman, que las putas monjas las tienen en ayunas más de lo debido, pues podemos llevar el negocio, que siempre estarán mejor ahí que en un reformatorio. Sacamos un dinero y tenemos a un huevo de tíos agarrados por los cojones"
"Miguel eres un cabronazo, pero, como siempre, tienes razón. Eliges la solución menos mala"
" Nos tomamos otro Duque de Alba, la duquesita está buena."
Nota de la autora.
Tras la guerra civil española, muchos niños y niñas fueron metidos en centros de internamiento o dados en adopción a las familias adictas al franquismo.
Luís Martín Santos y Carlos Castilla del Pino trabajaron al comienzo de sus carreras de psiquiatras en la Clínica López Ibor .
En el restaurante Lhardy, famoso por sus cocidos, existe un reservado que usaba Isabel II.
Lo demás es fantasía de la autora.
15-Feb-10 | El diablo nunca Categoría: Hetero: Primera vez | 5,177 Lect. |
Gatacolorada resume así su primer relato psiquiátrico: En la oscuridad del franquismo, el demonio acecha. |
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